Escritor y amante de la cultura de las tazas y el consumo de té y café por las mañanas y tardes
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Imagínatelo: te levantas malhumorado o falto de entusiasmo, y entonces ves una palabrita o una frase en tu taza que te arranca una sonrisa o una pizca extra de férrea convicción. Diseñadas para acompañar cada sorbo de tu bebida favorita, las tazas motivacionales están ahí para recordarte que hay algo bueno en levantarse de la cama. No son sólo una taza, sino un dispositivo para aturdir la mente, aunque sea durante el brevísimo periodo de consumo de la bebida caliente.
Ya sea en el escritorio o en la encimera de la cocina, estos pequeños compañeros se han convertido en amigos de millones de personas, y por una buena razón. A tu paso, dicen frases edificantes como «puedes hacerlo», «puedes lograr lo que te propongas» y «el día está lleno de potencial, incluso cuando sólo estás medio despierto».
Como si en algún momento de nuestras vidas todos necesitáramos ese relámpago, las tazas motivacionales han encontrado una forma sencilla y eficaz de transmitirlo. ¿Por qué? La respuesta puede ser más profunda de lo que parece.
El mundo va muy deprisa. Desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos dormimos por la noche, la vida transcurre a la velocidad del rayo. Miremos y giremos a donde miremos, hay demasiado estrés para vivir. Demasiadas cosas que tenemos o debemos hacer, y tareas que cumplir. Entonces, ¿qué hacemos cuando nos sentimos desmotivados? En mis más de 30 años como persona de interior/exterior, he descubierto que muchas veces, cuando bebo de una taza o un vaso de café que dice «Hoy va a ser un gran día» o «Nunca te rindas», aumenta mi autoestima. Me digo a mí mismo ‘Sí puedo, puedo hacer lo que me propongo’.
Hoy en día, decir unas cuantas palabras positivas en una taza tiene el poder de influir en tu estado de ánimo, hacerte reflexionar o, simplemente, dibujarte una sonrisa en la cara. Tomando una taza antes de salir corriendo hacia el trabajo o en un momento de tranquilidad entre las tareas domésticas, una cita motivadora sirve como pequeño recordatorio de que todo va bien.
Imagínatelo. Es lunes por la mañana. Vas dando tumbos hasta la cocina, te preparas un café y coges tu taza favorita (en la que se lee: «Eres capaz de todo»). Y de repente, este lunes -de entre todos los lunes-, con esa frase que suena tan insípida, te entran ganas de decir ¡SÍ! A la mierda. Hagámoslo. Puede que esta frase no salga a dar la vuelta a los coches ni haga nada parecido, pero cambia tu actitud.
Una taza motivacional no es sólo un objeto, es una experiencia. Cuando levantas esa taza, las palabras te rodean, te dan el impulso de energía que necesitas para seguir adelante un poco más y te recuerdan que, pase lo que pase, siempre hay algo bueno en el camino. A veces, unas simples palabras nos ayudan a sobrellevar el día.
Por supuesto, no sólo por la mañana. A lo largo del día, cuando hacemos una pausa una rápida pausa para el café o el té, quizás ese mensaje esotérico en tu taza puede ser esa excusa para ser más paciente, más amable con uno mismo, para seguir adelante… ¡Qué momento de inspiración durante tu momento bebida!
Las frases motivadoras en las tazas causan más impresión de lo que solemos pensar. ¿Cuándo no has mirado la palabra «Dream on», en tu taza, y has pensado en tu proyecto o tarea favorita?
Pueden ser los primeros pasos para encender o reavivar esa llama. Sí, puede parecer cursi, pero esa persona en el fondo agradece una taza en la que ponga «Sé increíble», porque es así de sencillo: tú eres tú, y puedes superar cualquier circunstancia a la que te enfrentes hoy. Y a veces, sólo hace falta el mensaje adecuado para verlo.
Durante esos 15 minutos de pausa para el café, puedes aprovecharlos para hacer balance de tu vida y evaluar si tienes los recursos emocionales necesarios para afrontar el resto del día. Estos rituales -comidas grasientas, tractores, cafés matutinos- pueden asumir una naturaleza ritual, convirtiéndose en una fuente de comunidad en un mundo a menudo visto como desfavorable. Esa taza también.
Aquí empieza lo divertido. Si ya estabas contemplando la taza motivacional y te resultaba difícil elegir qué frase adoptar, aquí tienes sugerencias para cada ocasión.
Para los madrugadores: un empujón con el café de la mañana.
Hoy es un nuevo comienzo».
Levántate y brilla».
El éxito es la suma de pequeños esfuerzos».
Son especialmente buenos para los primeros minutos del día, cuando el cerebro está empezando a funcionar y necesita un recordatorio periódico de que con cada nuevo día llega la posibilidad de desvanecer todos esos vagos sentimientos de arrepentimiento que se han acumulado, por alguna razón insondable, durante las últimas 24 horas.
‘No pares hasta sentirte orgulloso’.
Cada paso cuenta».
‘Eres más fuerte de lo que crees’.
En caso de que el trabajo sea demasiado agotador y el reloj esté parado en un punto incómodo, tómate un descanso con tu taza de inspiración. Incluso un breve descanso puede marcar la diferencia; hazlo con un poco de inspiración, de positividad.
No hace falta que te compres una taza con una cita motivadora: también es un buen regalo para un amigo, un familiar o un compañero de trabajo. Piensa en una taza con el mensaje: Nunca es tarde para empezar’ alegraría la mañana a alguien. Un pequeño regalo hace mucho.
También es un regalo lleno de significado, un gesto que dice: «Creo en ti». La próxima vez que tengas que buscar un regalo, busca una taza con mensaje.
Como apasionado de las tazas y su cultura, he visto de primera mano cómo
una simple frase puede cambiar el tono de un día. Recuerdo una taza que
diseñé con la frase: «Hoy es tu día para brillar». Cada mañana, al disfrutar de mi
café, esa afirmación se convertía en un mantra personal, recordándome que
cada día es una oportunidad para destacar y dar lo mejor de mí.
La importancia de rodearnos de mensajes positivos es innegable, y las tazas
con frases motivadoras son una forma sencilla pero efectiva de hacerlo. ¡Cada
sorbo de mi bebida se convierte en un pequeño impulso hacia mis metas!
